sábado, 17 de marzo de 2007

Happy pills

Entropía del caos en forma de pastilla con cara de Pedro Picapiedra. (véase Flinstones Alka Seltzer).

El sistema vs. el usuario. El hámster en su rueda, el hámster que todos alimentamos.
Deberíamos tener un hormiguero, pero nos revolcamos en un estercolero.
Nos quieren tristes, rotos, aislados.
Y SOBRE LAS CARTAS, LA MESA!

Autónomos, pero autómatas, atrapados en la rueda del sistema. Ningún hombre es una isla.
¿Somos todos una manga de inútiles?

Un cuento que leí alguna vez, no sé de quién, pero me quedó grabado: tres súbditos del diablo discuten cómo ocultar la felicidad de los humanos. Uno sugiere esconderla en la cima de una montaña, pero los humanos suben. Otro, bajo una roca gigante, pero los humanos la levantan. Al final, uno propone esconderla dentro de ellos mismos, pues estarán tan ocupados buscando afuera que se olvidarán de buscar adentro.


Nos han vendido la felicidad como un logro personal, pero incluso nacer es un acto compartido. Desde el principio, dependemos de los demás, pero nos enseñan que la felicidad es un objetivo individualista. Lo que olvidan es que el quid de la cuestión no se encuentra en el objetivo sino en cómo lo alcanzamos, si vamos solos más lento llegamos. Una paradoja intrínseca, que a la vez es tabú.
Nos alejan de la tribu, pero solo al vivir en comunidad podemos entender lo que realmente nos falta.

Hay algo en la adversidad que nos moldea, pero no necesitamos vestirnos de cinismo; incluso en medio de las sombras, es posible aprender, elegir, transformarnos.
Lo que está claro es que estamos armados con todo lo necesario: inteligencia, fuerza, habilidades, para mirar hacia adentro, agradecer, aceptar lo que somos y lo que no lo seremos.
Cuidarnos como cuidaríamos a otro. Es el primer paso para crecer, para evolucionar, porque solo cuando comprendemos nuestras propias sombras podemos transformarlas y servir a los demás.
Es entonces cuando el verdadero poder se asoma, en ese gesto de entenderse como una pieza que, al suavizar sus bordes, encuentra su lugar en el gran rompecabezas de la humanidad.


A veces, la vida nos enseña en los momentos más sencillos. Como cuando observamos burbujas de jabón y entendemos que, igual que ellas, lo efímero tiene un valor propio.
También hay algo profundamente honesto en reflexionar mirando las nubes, tirado uno en el pasto, sin más, pero siempre hay lugar para la buena compañía.

Nuestra genética lleva consigo el fuego primitivo, y las historias que una vez se contaron alrededor de él. ¿Seremos nosotros mismos el infierno del que todos hablan?

lunes, 26 de febrero de 2007

Manifiesto Anti-pandulcista



Revolución anti-pandulce.

Todos los años la misma b*sta.

Está la familia reunida y todo es precioso; los manteles, los decorados, el ambiente, los regalos, los fuegos artificiales. 
Un poema.
Hasta que de repente llega, desde el mismísimo AVERNO, este impresentable con olor a pan de góndola y fruta escarccccchhhada....
La gente lo recibe con cumplidos, pero con una aversión bastante obvia.
El aire se corta con un cuchillo.
Todos sabemos la verdad. A nadie le gusta esta c*gda.

Siempre en algún punto sale una abuela desde la cocina con un flow mortal de bandejas cargadas de cosas dulces, entre ellas esta aberración. 
Se dispone a cortar el pan dulce en porciones diminutas, y pregunta haciéndose la buena: "QUIÉN QUIERE?"
Varios adultos responden al unísono: "A MÍ DAME UN PEDACITO NOMÁS, POR FAVOR", pero entonces a la abuela se le va la mano, sin querer queriendo, y los pobres infelices "NO, NO, NO TANTO! UN PEDACITO,CHIQUITO POR FAVOR, COMÍ MUCHO, NO PUEDO MÁS, GRACIAS, *inserte 300 excusas sucedáneas más aquí*"
Obviamente cualquier miembro en la mesa puede ser la víctima de una larga lista de intentos y amenazas en plan: "DALE, NO ME HAGAS TIRARLO". Siempre alguno la queda, y tiene que hacer los honores.

-¿Por qué lo cortan en porciones tan chicas? ¿Acaso alguien va a pelear por un trozo?
¿En qué mundo vive esta gente? What in the name of Marvin Gayve is going on?!?!?!-

Todos se fuerzan para cumplir, PERO LAS ABUELAS JAMÁS LO COMEN!!!
PONEN DE EXCUSA QUE EL MÉDICO LAS PUSO A DIETA, QUE SON DIABÉTICAS, QUE SE TIENEN QUE CUIDAR CON LAS HARINAS EN LAS FIESTAS!!
AAAHHH PERO, QUIÉEEEEEE   EEE EEEN SE HA TOMADO
TODO EL VINO OO O O O O?
Las abuelas y la misteriosa desaparición del turrón, el helado y la ensalada de frutas, pero con una bandeja de pan dulce para todo el barrio.

Así que estas navidades, despójense de ataduras, déjense de cumplidos y háganse el inmenso favor de DECIRLE NO AL PAN DULCE.
Todo depende de nosotros!!!,
No descansaremos hasta no asegurarnos de que el pan dulce sea exterminado por completo!! NO QUEREMOS QUE NUESTRA DESCENDENCIA SE VEA OBLIGADA A LUCHAR CONTRA MOLINOS DE VIENTO PANDULCERO!

JOIN ANTI-PANDULCE movement.

¡Abajo las tradiciones arcaicas!
¡NO MÁS PAN DULCE!

Atte: Señoras quejosas y afligidas S.A.